Sequía en 2023, un problema que hubiera podido gestionarse

La Fuente

En este inicio de año, ya hay algunas señales de alerta por sequía en el país, al 15 de enero se contaba con que el 79.51% del territorio nacional presenta algún grado de sequía, exáctamente en la misma fecha del año pasado éste porcentaje alcanzaba el 49.16%, todos los años existen variaciones y no es la primera vez que empezamos un año con éstos datos, por ejemplo, en 2006 para las mismas fechas el porcentaje era de cerca del 80%, pero el tema es un asunto de stock y de flujos, en aquellos años no se habían acumulado años pasados con sequía, en 2005 la sequía no rebasaba el 16% del país.

Lo que preocupa en esta ocasión es que venimos arrastrando tres años de sequía que no ha permitido la recarga de acuíferos, cuerpos de agua y de presas, la CONAGUA acaba de anunciar que el sistema Cutzamala, principal proveedor de agua al Valle de México se encuentra en su peor nivel desde hace 27 años, y sus proyecciones para el año 2023 no son nada alentadoras.

Una de las causas es debido a lo que reporta el Servicio Meteorológico Nacional, “En cuanto a las lluvias, el SMN dio a conocer que, del 1 al 22 de enero de 2023, se registró un déficit de 48.3 por ciento, con respecto del promedio histórico para ese periodo. En tanto, del 1 de octubre de 2022 al 22 de enero de 2023 el déficit de lluvia fue de 38.8 por ciento, con relación a la cifra histórica del mismo lapso”.

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La Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (CONAMER) publicó el 20 de enero del presente el Proyecto de Acuerdo por Inicio de Sequía 2023, éste se publica cuando en situaciones de emergencia, escasez extrema o sobreexplotación, la CONAGUA deba expedir acuerdos de carácter general para tomar las acciones necesarias para garantizar el abastecimiento de uso doméstico y público urbano, el año pasado también se declaró emergencia pero fue hasta mayo, y con la salvedad de las facultades y atribuciones que no son suficientes de parte de la autoridad federal, por ejemplo en la distribución del agua en las ciudades.

De no haber un cambio sustancial, cuando se acerque el periodo de estiaje, la cantidad de agua disponible alcanzará para un menor tiempo, y por tanto, los problemas de falta de agua serán más intensos y duraderos.

Ya lo hemos comentado repetidas ocasiones, el cambio climático es un fenómeno del que ya estamos sufriendo sus consecuencias y al menos como país, México puede hacer poco para contrarrestarlo, pero lo que si debemos hacer y está en nuestras manos es cambiar nuestro modelo de gestión.

Desde la crisis de Monterrey,  poco hemos hecho por cambiar el paradigma, soluciones paliativas que no ayudarán a que este año, a pesar de la poca disponibilidad, hubiéramos podido prepararnos para disminuir sus efectos, nuevamente veremos medidas correctivas, la CONAGUA ha hecho ya el llamado a “cuidar” el recurso, ¿cuántas ciudades y entidades federativas le tomarán la palabra, e iniciarán ya con medidas de uso responsable del agua?.

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Pero yendo más allá, como país, ¿cuál es el programa o proyecto desde el más alto nivel y que nos involucre a todos, para lograr ese cometido?, de no hacerse los cambios necesarios los próximos años serán aún más difíciles y las implicaciones sociales y económicas serán de relevancia, si no nos ponemos de acuerdo en un cambio radical del modelo, todos sufriremos las consecuencias de nuestra falta de acción.

DMM