No normalizar la violencia 

Diálogo en silencio

En los últimos días hemos sido informados de varios acontecimientos violentos en condiciones muy lamentables que reflejan la magnitud del problema de la inseguridad; sin embargo parece que ya estamos normalizando esas circunstancias. 

En el día a día las noticias son crudas y pareciera que todo queda en la esfera de las víctimas. Los hechos cada vez son más violentos, más cruentos y ahora, a través de las redes sociales, tienen una difusión más profusa, rápida y cada vez con más detalles. La violencia más explícita.

Sólo por mencionar dos casos. Ambos ocurridos el pasado domingo:

Lo que debiera ser un día de esparcimiento y convivencia se convirtió en un momento de pesadilla para los asistentes al balneario La Palma en el municipio de Cortázar, Guanajuato. Varias personas ahí reunidas atestiguaron la irrupción de un comando de al menos 20 hombres con armas largas que abrieron fuego en contra de una familia; siete personas murieron, tres mujeres y cuatro hombres, entre ellos un menor de edad. Fue ajuste de cuentas, argumentaron las autoridades.

Ese mismo día en otro lugar, un paraje de la carretera que comunica a Laredo con Piedras Negras. Ahí, de acuerdo con versiones periodísticas, elementos de la Guardia Nacional presuntamente dispararon en más de 80 ocasiones en contra de una camioneta en donde viajaba una familia. Murió una mujer que estaba embarazada y un hombre de 54 años. 

Dos sucesos trágicos que no deben quedar impunes y que deben ser una llamada de atención sobre lo que está pasando en diversas latitudes del país. No pueden normalizarse y verse como hechos de una realidad cada día más frecuente.

Miguel Ramírez, jefe de operaciones del Comité Internacional de la Cruz Roja en México considera que “la violencia, infortunadamente, forma parte de la vida cotidiana de muchas comunidades, tanto que en muchos casos, hemos terminado por normalizar, por aprender a vivir con ella y por resignarnos hasta volvernos inmunes al sufrimiento que causa a miles de personas”.

Eso no puede ser. 

El día a día lamentablemente está marcado por sucesos violentos. Tan sólo en el mes de marzo en nuestro país se tienen registradas 2 mil 603 víctimas por homicidio doloso, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Por circunstancias como la anterior, la gente se siente insegura. 

Los datos que recientemente se dieron a conocer derivados de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana y que corresponden al primer trimestre de 2023 a cargo del INEGI señalan que en el mes de marzo 62.1 por ciento de la población de 18 años y más consideró inseguro vivir en su ciudad. Es decir, seis de cada diez mexicanos en ese rango de edad.

Las ciudades con mayor porcentaje de percepción de inseguridad son: Fresnillo con 96 por ciento; Zacatecas, con 94.3 por ciento; Naucalpan de Juárez, con 88 por ciento; Ciudad Obregón con 86.4 por ciento;  Uruapan con 86.2 por ciento y Colima con 85.7 por ciento.

En cuanto a percepción de inseguridad en espacios físicos específicos, en marzo de 2023, 72.9% de la población manifestó insegura en los cajeros automáticos localizados en la vía pública; 65.2% en el transporte público; 55.9% en el banco y 54.4 en las calles 

Ese es el sentir de la población y debe ser, como se ha insistido en ese espacio, el tema número uno en la agenda de los gobernantes y de quienes aspiran a gobernar.

@periodistamex